martes, 29 de septiembre de 2015

Separe tiempo para pensar

Los líderes en la pequeña empresa pocas veces tienen tiempo holgado para realizar y atender todo lo que se les presenta.

Las presiones de las actividades diarias se siguen una a otras y se mezclan con situaciones y problemas inesperados que aparecen en forma continua.

Pese a esta situación bastante típica, todo líder de una empresa o de un grupo debe ser consciente de la importancia de separar un tiempo en su agenda para pensar.

En anteriores entradas ya hemos comentado que un líder eficaz es capaz de meter más cosas que agregan valor a la operación en cada día. También hemos señalado que un líder obtiene más resultados a través de otros –su grupo– que mediante su esfuerzo directo en la tarea.

Es en estas actividades que el líder debe invertir su tiempo y pensamiento:

  • cómo obtener mayor potencial de su grupo al trabajar en forma combinada,
  • cómo obtener el mayor potencial de cada persona ayudando a que adquiera conocimientos y desarrolle habilidades en su cargo, 
  • cuál es la mejor forma de organizar las tareas y de modificar las prioridades con base en la evolución en el camino hacia el logro de cada objetivo, 
  • que actividades deben realizarse que estén mejor alineadas en todo momento con el lineamiento estratégico y los deseos de un mercado, 
  • cómo ocuparse y enfrentar amenazas que presenta el ambiente competitivo,
  • cómo sacar beneficio de las oportunidades, 
  • cuándo es necesario pensar en modificar la estrategia, y 
  • muchos temas más…

Por lo anterior, es importante que el líder cultive y desarrolle la habilidad de no dejar comprometer su tiempo en todo momento con temas que otros pueden, o deben, atender.

Un recurso disponible para el líder es delegar todo aquello en lo que el valor que agrega no es claro. La delegación tiene dos ventajas: libera tiempo y prepara a los demás colaboradores para la mayor complejidad futura de un negocio en crecimiento.

En la entrada Lograr más cosas en un día (ver acá), encontrará enlaces que son de utilidad sobre los temas delegación y defensa del tiempo. 


El líder debe activamente desarrollar sanos hábitos en él y también buscar que sus colaboradores lo hagan. 

Un buen hábito es separar todas las mañanas tiempo exclusivo para él, que establezca el ritmo para el resto del día. Puede ser cualquier cosa como hacer un poco de ejercicio, desayunar con calma, leer, escribir o pensar. La idea de esta rutina es arrancar fresco cada día y no dejarse involucrar de inmediato con los asuntos que están vivos y aun sin resolver.

Un segundo hábito son reuniones programadas y periódicas con cada uno de los colaboradores del grupo. Facilitan estar al día de la actividad, avance y problemas de cada uno, insumo importante para su actividad de coordinador. 

En el vídeo Buenas reuniones en la empresa ayudan a construir empresa y equipos efectivos (ver acá) ampliamos sobre el tema de reuniones en general.  Incluye las reuniones Uno a Uno que son las ideales para mantener la estrecha relación con cada colaborador.

Un tercer hábito es continuamente dar un paso atrás para mirar las ejecuciones personales y las del grupo y considerar qué podría haberse hecho diferente o mejor. Evita que él o alguno en su grupo se estanque, se vuelva complaciente y se niegue el aprendizaje de nuevas cosas. Es una buena forma de evaluar los errores y aprender de ellos.


Este blog forma parte de los contenidos de nuestra empresa de consultoría y capacitación Digignos S.A.S. 

En la página WEB digignos.com y en nuestro canal de YouTube encontrará más contenidos gratuitos que hemos elaborado para el empresario PYME.

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